Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de 2016

Te quiero

Creo que hasta el otro día, no supe apreciar que significaba realmente un te quiero.  Se perfectamente que me he enamorado, posiblemente varias veces y de diferentes formas, pero jamás, un te quiero me había dado ganas de llorar de felicidad. Cuando ella me lo susurro al oído, una sensación de calidez invadió mi cuerpo, todos mis miedos desaparecieron, y me perdí en el beso que ella me dio, cada vez que miro a sus ojos se perfectamente que la quiero a mi lado para que no se marche nunca. Recuerdo la risa tonta que me entró, incontenible, mientras ella misma se contagiaba de lo que había provocado. Ninguno de los dos quería separarse en un momento tan especial como ese, donde no existía lugar ni tiempo, solo nosotros. Llevaba esperando esas palabras mucho tiempo y llegaron cuando no me las esperaba, no se si lo planeó o fue espontáneo, pero me transformó en el hombre más feliz del mundo, con tan solo, un te quiero.

Las Niivhelas de Balshur

Continuaba mi camino sin un rumbo fijo, unicamente buscando lo que algunos llaman felicidad, una leyenda transmitida entre susurros criminales. Durante mi travesía solo pude encontrar oscuridad, la cual ganaba lentamente el pulso a mi esperanza. Cabalgué varias semanas hacia el norte, a las montañas, hasta llegar a Balshur, un pequeño pueblo del norte, el cual cubría la nieve con un espesor considerable. Se sentía solitario, la poca gente que se atrevía a vivir en estas gélidas tierras se resguardaba en su casa la mayor parte del tiempo, más ahora que el invierno mostraba todo su explendor. Atravesé la pequeña plaza para dirigirme a la posada. Una preciosa mujer atendía el negocio, mientras aguantaba a sus clientes, que podrían ser perfectamente confundidos con cerdos. Pedí educadamente una habitación para unos días, ella me dio una llave y me indicó donde estaba la habitación. Pude ver en sus ojos una inmensa tristeza, una tristeza que conectó instantáneamente con mi corazón, unos

El despertar

Encerrado en aquella montaña, donde mis alas no pueden provocar destrucción, curando las heridas de la última batalla, mis escamas negras se cerraban cada vez más rápido, comenzaba a afilar mis cuernos, garras y dientes para derribar hasta la última piedra de este macizo que me encierra. Todas las civilizaciones arderán bajo la sombra de mis alas, nada podrá esconderse de mi llameante rugido. Solo sirvo para un propósito y he de cumplirlo, sin control, sin dolor, no habrá nadie que pueda detener mi furiosa dentellada. Los rayos comenzaban a chisporrotear por toda la caverna, las estalactitas y estalagmitas crujían y explotaban con los rayos más débiles. Mientras él estaba allí sentado, lleno de dolor, pensando que encerrarnos es la mejor idea, no, jamás. Todo arderá. La tierra empezaba a desquebrajarse con mis rugidos y la luz del sol se abría paso entre las grietas de la montaña. Comencé a cubrir todo con mis llamas electrificadas, las rocas se fundían y la montaña se vino abajo. Ex

Quizá volvamos a vernos

Finalmente me levanté de la cama, llevaba toda la noche aguantando, por una parte, la tormenta que sacudía mi casa y por otra, la que ocurre en mi cabeza, por la que no había dormido demasiado. Me dirigí al baño para asearme y después a la cocina, aunque no tenía hambre, cogí unas cuantas galletas de chocolate las cuales me comí desganado, recogí mis cosas y salí a la calle. Las tormentas aún seguían realizando su actividad con una eficiencia inimaginable, por lo que, mientras caminaba, mis zapatillas se iban calando, y yo no podía dejar de pensar en lo ocurrido en la tarde anterior. Llegué a la orilla de la playa, una jugada poco inteligente ya que aquí el viento y la lluvia eran más violentos, pero en ese momento, lo que menos me preocupaba era el agua que golpeaba mi cara. Aún así, me refugié bajo un árbol cercano. Me sentía confuso, habían sido dos semanas muy duras, las cuales no sabía como comportarme. En todo momento millones de preguntas abordaban mi cabeza, todo para ac

Un vaso de café

Es curioso como puede influir alguien en nuestras vidas, como una persona puede hacer que puedas volar sin alas o explotar sin que quede nada de tu antiguo tu. Se suele llamar amor, pero una palabra es solo eso, una palabra, no creo que podamos describir ese sentimiento con cuatro simples letras. Ahora mismo estoy tomando un café y esperando a que las palabras se escriban solas, solo puedo escribir sobre esto, y pensar en todas las jodidas locuras que he hecho, y las que están por venir. Ceder parte de nuestra existencia y confianza sin saber que pasara cuando nos lancemos al vacío, puede que ese alguien este esperando para salvarnos de la caída. Una lucha mano a mano llena de ilusiones que pueden quebrarse en cualquier momento. Esa tímida sonrisa cuando ves el mensajito a cualquier hora del día, todos sabeís de lo que hablo porque me jugaría mi existencia a que ahora mismo piensas en ese alguien que te hace sacar lo mejor de ti en todo momento, da igual que lo conocieras hac

Jugar para vivir, vivir para jugar

Mundos maravillosos llenos de aventuras inolvidables, lo que también puede ser llamado videojuegos, héroes que forjan su propia historia, un padre destinado a encontrarse con su hija sin saber cómo la perdió, elegidos dispuestos a salvar sus mundos aunque sea lo último que hagan, exploradores capaces de encontrar hasta el tesoro más oculto o soñar con ir a la luna únicamente para reencontrarse con su amor… Todos los jugadores podríamos dar miles de ejemplos sobre historias fantásticas que nos han hecho pasar miedo, alegría, frustración o dolor y que se han ganado un hueco en nuestros corazones. Han sido criticados y mal vistos por algunas personas, personas que no saben que es descubrir nuevos lugares llenos de aventuras, coger un mando y adentrarse en universos únicos donde tú eres el protagonista. Una afición que une a las personas más increíbles que he podido conocer, algunas de ellas, de las cuales solo tengo una voz, una voz que para mí, caracteriza desd

Te lo entrego a ti

-Viviré sabiendo que lo que he hecho es lo correcto y si he de morir, será defendiendo mis pensamientos ya que por muchas heridas que me hagan, no hay daño que no cure el tiempo. Seguiré luchando por los demás hasta que mi última gota de sangre se derrame, porque quiero creer que siempre habrá personas por las que pelear, ya que mi espada pertenecerá a alguien que me demuestre que la merece. Me gustaría pensar que seré eterno en sus corazones y no un breve sueño que tuvieron. El caballero cayó de rodillas exhausto mientras las lágrimas caían por sus mejillas. La dragona supo ver sus sentimientos. -¿Y ha valido la pena entregar tu vida a los demás, está valiendo la pena esta batalla que libras ahora? -No lo sabré hasta que exhale mi aliento final.-La agonía que sentía el guerrero era palpable en el ambiente. -Noto vacío en tu corazón, ¿Es por eso que lloras, verdad? Has entregado demasiado, guerrero, tanto, que ahora desapareces de este mundo cruel, incompleto.

Lucas Valiente Polo

Y me levanto otro día más, echando la vista atrás, recordando todo lo que he conseguido y pensando en todo lo que está por venir. No puedo dejar de pensar en ti, y más cuando el camino se hace empinado, porque me falta el amor que desapareció hace años. Siempre mantendré conmigo los recuerdos y consejos que me diste, ya que tú me diste los cimientos para ser la persona que soy ahora. Siento mucho que no puedas ver hasta donde he llegado, pero te prometo que siempre seguiré avanzando, intentando lograr mis metas, aunque jamás las haya tenido claras. Sigo caminando con firmeza sin miedo a los fallos, ya que me enseñasteis que los errores son los profesores más sabios. Solo quería daros las gracias a los dos, ya que no se pueden pedir mayores ejemplos.

La primera de muchas

Era ya mediodía y yo llegaba a mi destino, la Ciudadela Negra,  una ciudad de increíble tecnología, la cual era casi superada por su suciedad. Caminaba por sus suelos metálicos a la atenta mirada de los charr ajetreados, no era normal que un humano caminara por el Campo de Formación, pero yo había venido dispuesto a encontrarle. Llegué al Núcleo del Emperador, fascinado observé esa esfera del tamaño de una pequeña luna, en su interior, una rampa de caracol ascendía hasta los tribunos de sangre, hierro y el Núcleo de Mando. Ordené a Nertharion que sobrevolara la ciudad en busca del charr ya que a mis ojos todos son iguales. Me distraje un momento a contemplar al Azote, una gran arena que se extendía bajo el Núcleo, pensando en la gloria de la batalla. Nertharion volvió a mí, señalando el Noto de Ligacus, nos dirigimos a prisa hacia el lugar donde pude ver un guerrero charr practicando movimientos de hacha y antorcha, demostrando que mi oponente se había convertido ya en un berserker,

Cadenas de dolor

Otro día más en esta oscuridad, no podría deciros cuantos días llevaba aquí, puede que horas, días o meses… incluso años. La agonía cada vez era más fuerte pero tenía que seguir resistiendo, ya que estas cadenas es todo lo que me quedaban. Se clavaban más, no veía que fueran a cambiar su rutina pero tampoco mi sangre se iba a acabar… Ya no podía más, tenía que soltar, jamás me había preguntado qué pasaría si dejaba de tirar, pero necesitaba descansar. Note como las cadenas aflojaban, me sentí aliviado, poco a poco se separaban de mi carne y sentía el aire entrando en mis pulmones pero el miedo me envolvió de nuevo, que ocurrirá ahora que las cadenas se esparcían por el suelo. ¿Y ahora qué? No me quedaba nada en este mundo por lo que luchar, solo me quedaba ver como mis heridas se cerraban, como la sangre cesaba. Comencé a caminar, siguiendo los hierros más grandes ya que la curiosidad de saber que sujetaba crecía a medida que pasaban las horas, inesperadamente, las du

Gracias a ellos

El sol aun entra por mi ventana, algo de extrañar en el lugar donde me encuentro, pero el frío sigue calando hasta los huesos, la música suena levemente en mi móvil, una canción que me lleva al pasado y un sentimiento de nostalgia recorre mi cuerpo. Recuerdo todos aquellos momentos con ellos, las más brillantes luces que pueden salvarte de una tormenta, siempre he sabido que son parte de mí como yo lo soy de ellos, he pasado grandes y malos momentos por lo que estoy orgulloso. Orgulloso de saber que mi personalidad ha crecido gracias a las suyas, ejemplos maravillosos de que la alegría tiene vida. Han calmado hasta la furia más poderosa como la tristeza más negra, porque no hay otros que puedan ver mis sentimientos, ya que no se pueden ocultar a sus ojos. Un simple mote que te saca una sonrisa diaria, una recomendación que me hará cuestionarme algún tema, un oído que escuche mis problemas o simplemente una tarde con ellos que me haga reír como nunca. Sé que ellos estarán ahí

Una batalla como las demás

Como de costumbre, corrió hacia mí ante mi llamada, mi fiel compañero y amigo… yo me iba de este mundo, la batalla llegaba a su final. El tiempo se detenía, podía ver como mi sangre se deslizaba por mis brazos y no me quedaban fuerzas para remediarlo… Solo escuchaba su llanto, el chocar de las espadas, las explosiones elementales y los gritos de los nigromantes. Pero solo Nertharion era importante, como sus lágrimas descendía por su escamosa cara, rugiendo en busca de ese estúpido charr. Podía notar la calidez de sus llamas y la sombra de sus alas, mi vista se nublaba y las estrellas me abandonaban… Me desperté en una cama, fría y metálica, el sol entraba por la ventana e iluminaba la cara de Nertharion, que dormía junto a la cama. Mi intento por levantarme fue nulo por el dolor que sentía. -Parece que ya has despertado, Rein- una voz grave y áspera sonó desde la puerta de la habitación –No pensé que fueras tan débil. -¿Débil, yo? Parece que ya no te acuerdas del homb

Un despertar diferente

Me desperté a la mañana siguiente, como si de repente todo hubiese cambiado, un rayo de luz acariciaba mi mejilla, una caricia que jamás soñé que existiría. Me di cuenta de lo que sentía, tantos días grises… una costumbre a la que me había habituado demasiado, pero como una vida sin amor puede ser representada con otro color. Abrí los ojos lentamente y ahí estabas tú, mirando mi rostro, con esos atentos ojos celestes, esa mirada que me dejo cautivado para el resto de mi vida, una mirada que en mi corazón resonaba como un canto de esperanza, posiblemente yo jamás podría encontrar las palabras exactas para describir esta sensación ¿Felicidad, emoción, alegría? No… silencio, un silencio que retumba todo mi cuerpo, me excita, me relaja. Sin dejarme reaccionar me besas, tus labios cálidos, finos y suaves que me hacen sentir que el tiempo se detiene. Cierro los ojos, un vacío en el que solo estamos tú y yo. Abro los ojos, tu sonrisa es lo que encuentro, quiero pensar que esto que s