El sol aun entra por mi ventana, algo de extrañar en el
lugar donde me encuentro, pero el frío sigue calando hasta los huesos, la
música suena levemente en mi móvil, una canción que me lleva al pasado y un
sentimiento de nostalgia recorre mi cuerpo. Recuerdo todos aquellos momentos
con ellos, las más brillantes luces que pueden salvarte de una tormenta,
siempre he sabido que son parte de mí como yo lo soy de ellos, he pasado grandes
y malos momentos por lo que estoy orgulloso.
Orgulloso de saber que mi personalidad ha crecido gracias a
las suyas, ejemplos maravillosos de que la alegría tiene vida. Han calmado
hasta la furia más poderosa como la tristeza más negra, porque no hay otros que
puedan ver mis sentimientos, ya que no se pueden ocultar a sus ojos. Un simple
mote que te saca una sonrisa diaria, una recomendación que me hará cuestionarme
algún tema, un oído que escuche mis problemas o simplemente una tarde con ellos que me haga reír como nunca. Sé que ellos estarán ahí siempre,
por lo que solo puedo dar las gracias al destino por haberme rodeado de
personas tan increíbles como ellas, gracias.
Comentarios
Publicar un comentario