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Te quiero

Creo que hasta el otro día, no supe apreciar que significaba realmente un te quiero.  Se perfectamente que me he enamorado, posiblemente varias veces y de diferentes formas, pero jamás, un te quiero me había dado ganas de llorar de felicidad. Cuando ella me lo susurro al oído, una sensación de calidez invadió mi cuerpo, todos mis miedos desaparecieron, y me perdí en el beso que ella me dio, cada vez que miro a sus ojos se perfectamente que la quiero a mi lado para que no se marche nunca. Recuerdo la risa tonta que me entró, incontenible, mientras ella misma se contagiaba de lo que había provocado. Ninguno de los dos quería separarse en un momento tan especial como ese, donde no existía lugar ni tiempo, solo nosotros. Llevaba esperando esas palabras mucho tiempo y llegaron cuando no me las esperaba, no se si lo planeó o fue espontáneo, pero me transformó en el hombre más feliz del mundo, con tan solo, un te quiero.
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Las Niivhelas de Balshur

Continuaba mi camino sin un rumbo fijo, unicamente buscando lo que algunos llaman felicidad, una leyenda transmitida entre susurros criminales. Durante mi travesía solo pude encontrar oscuridad, la cual ganaba lentamente el pulso a mi esperanza. Cabalgué varias semanas hacia el norte, a las montañas, hasta llegar a Balshur, un pequeño pueblo del norte, el cual cubría la nieve con un espesor considerable. Se sentía solitario, la poca gente que se atrevía a vivir en estas gélidas tierras se resguardaba en su casa la mayor parte del tiempo, más ahora que el invierno mostraba todo su explendor. Atravesé la pequeña plaza para dirigirme a la posada. Una preciosa mujer atendía el negocio, mientras aguantaba a sus clientes, que podrían ser perfectamente confundidos con cerdos. Pedí educadamente una habitación para unos días, ella me dio una llave y me indicó donde estaba la habitación. Pude ver en sus ojos una inmensa tristeza, una tristeza que conectó instantáneamente con mi corazón, unos

El despertar

Encerrado en aquella montaña, donde mis alas no pueden provocar destrucción, curando las heridas de la última batalla, mis escamas negras se cerraban cada vez más rápido, comenzaba a afilar mis cuernos, garras y dientes para derribar hasta la última piedra de este macizo que me encierra. Todas las civilizaciones arderán bajo la sombra de mis alas, nada podrá esconderse de mi llameante rugido. Solo sirvo para un propósito y he de cumplirlo, sin control, sin dolor, no habrá nadie que pueda detener mi furiosa dentellada. Los rayos comenzaban a chisporrotear por toda la caverna, las estalactitas y estalagmitas crujían y explotaban con los rayos más débiles. Mientras él estaba allí sentado, lleno de dolor, pensando que encerrarnos es la mejor idea, no, jamás. Todo arderá. La tierra empezaba a desquebrajarse con mis rugidos y la luz del sol se abría paso entre las grietas de la montaña. Comencé a cubrir todo con mis llamas electrificadas, las rocas se fundían y la montaña se vino abajo. Ex

Quizá volvamos a vernos

Finalmente me levanté de la cama, llevaba toda la noche aguantando, por una parte, la tormenta que sacudía mi casa y por otra, la que ocurre en mi cabeza, por la que no había dormido demasiado. Me dirigí al baño para asearme y después a la cocina, aunque no tenía hambre, cogí unas cuantas galletas de chocolate las cuales me comí desganado, recogí mis cosas y salí a la calle. Las tormentas aún seguían realizando su actividad con una eficiencia inimaginable, por lo que, mientras caminaba, mis zapatillas se iban calando, y yo no podía dejar de pensar en lo ocurrido en la tarde anterior. Llegué a la orilla de la playa, una jugada poco inteligente ya que aquí el viento y la lluvia eran más violentos, pero en ese momento, lo que menos me preocupaba era el agua que golpeaba mi cara. Aún así, me refugié bajo un árbol cercano. Me sentía confuso, habían sido dos semanas muy duras, las cuales no sabía como comportarme. En todo momento millones de preguntas abordaban mi cabeza, todo para ac

Un vaso de café

Es curioso como puede influir alguien en nuestras vidas, como una persona puede hacer que puedas volar sin alas o explotar sin que quede nada de tu antiguo tu. Se suele llamar amor, pero una palabra es solo eso, una palabra, no creo que podamos describir ese sentimiento con cuatro simples letras. Ahora mismo estoy tomando un café y esperando a que las palabras se escriban solas, solo puedo escribir sobre esto, y pensar en todas las jodidas locuras que he hecho, y las que están por venir. Ceder parte de nuestra existencia y confianza sin saber que pasara cuando nos lancemos al vacío, puede que ese alguien este esperando para salvarnos de la caída. Una lucha mano a mano llena de ilusiones que pueden quebrarse en cualquier momento. Esa tímida sonrisa cuando ves el mensajito a cualquier hora del día, todos sabeís de lo que hablo porque me jugaría mi existencia a que ahora mismo piensas en ese alguien que te hace sacar lo mejor de ti en todo momento, da igual que lo conocieras hac

Jugar para vivir, vivir para jugar

Mundos maravillosos llenos de aventuras inolvidables, lo que también puede ser llamado videojuegos, héroes que forjan su propia historia, un padre destinado a encontrarse con su hija sin saber cómo la perdió, elegidos dispuestos a salvar sus mundos aunque sea lo último que hagan, exploradores capaces de encontrar hasta el tesoro más oculto o soñar con ir a la luna únicamente para reencontrarse con su amor… Todos los jugadores podríamos dar miles de ejemplos sobre historias fantásticas que nos han hecho pasar miedo, alegría, frustración o dolor y que se han ganado un hueco en nuestros corazones. Han sido criticados y mal vistos por algunas personas, personas que no saben que es descubrir nuevos lugares llenos de aventuras, coger un mando y adentrarse en universos únicos donde tú eres el protagonista. Una afición que une a las personas más increíbles que he podido conocer, algunas de ellas, de las cuales solo tengo una voz, una voz que para mí, caracteriza desd

Te lo entrego a ti

-Viviré sabiendo que lo que he hecho es lo correcto y si he de morir, será defendiendo mis pensamientos ya que por muchas heridas que me hagan, no hay daño que no cure el tiempo. Seguiré luchando por los demás hasta que mi última gota de sangre se derrame, porque quiero creer que siempre habrá personas por las que pelear, ya que mi espada pertenecerá a alguien que me demuestre que la merece. Me gustaría pensar que seré eterno en sus corazones y no un breve sueño que tuvieron. El caballero cayó de rodillas exhausto mientras las lágrimas caían por sus mejillas. La dragona supo ver sus sentimientos. -¿Y ha valido la pena entregar tu vida a los demás, está valiendo la pena esta batalla que libras ahora? -No lo sabré hasta que exhale mi aliento final.-La agonía que sentía el guerrero era palpable en el ambiente. -Noto vacío en tu corazón, ¿Es por eso que lloras, verdad? Has entregado demasiado, guerrero, tanto, que ahora desapareces de este mundo cruel, incompleto.